haga clic para habilitar el zoom
Buscando...
No encontramos ningún resultado
abrir mapa
Ver Mapa vial Satélite Híbrido Terreno Mi ubicacion Pantalla completa Anterior Siguiente
Buscar propiedades

$ 0 para $ 15,000,000

Más opciones de búsqueda
Encontramos 0 resultados. Ver resultados
Buscar propiedades

$ 0 para $ 15,000,000

Más opciones de búsqueda
encontramos 0 resultados
Tus resultados de búsqueda

Cómo disminuir el consumo de energía en nuestros hogares

Publicado por VyrAdmin2018 en 23 julio, 2018
| 0

Nuestros hogares consumen el 30% de la energía total. Todos podemos hacer algo para disminuir el consumo global de energía y así prevenir los efectos negativos que conlleva.

Veamos qué podemos hacer en cada parte de nuestra casa:

En la cocina:
Al comprar un electrodoméstico, escoge el que tenga una etiqueta de calificación energética A o A+.
Mantén desenchufados de la corriente los aparatos que no tengan que estar conectados continuamente.
No dejes abierta la puerta del frigorífico y asegúrate de que cierra bien.
No introduzcas alimentos calientes.
Descongélalo cuando se haya formado una capa de hielo superior a 5 mm.
Ajusta la temperatura de la nevera a 5ºC y la del congelador a -18ºC.
Asegúrate que hay espacio suficiente por encima y a los lados para dejar salir el aire caliente.
Utiliza el horno y el grill lo menos posible. En su lugar, usa el microondas.
Hierve sólo la cantidad de agua necesaria.
No abras la puerta del horno cuando esté encendido y comprueba que cierra bien.
Elige un horno con ventilación forzada.
Emplea cacerolas y sartenes adecuadas al tamaño de los quemadores y usa siempre las tapas.
Utiliza el calor que queda en la placa vitrocerámica para terminar de cocinar.
Descongela la comida en el frigorífico o a temperatura ambiente con suficiente antelación y no utilices el microondas para ello.
Enjuaga los platos con agua fría.
Utiliza el lavavajillas a plena carga y a ser posible con los programas económicos.
Si te vas a ausentar algunos días, apaga el calentador de agua caliente.
Controla la presión de los grifos para reducir el consumo o instala grifos de consumo reducido: ahorras agua caliente y por tanto energía.
Ajusta la temperatura del agua caliente a 45ºC.

La sala de estar:
Instala difusores o interruptores bidireccionales.
Sustituye las bombillas de filamento incandescentes por otras de menor consumo o por lámparas fluorescentes compactas.
Vacía y sustituye las bolsas de la aspiradora con regularidad.
Desconecta la TV, el DVD, el equipo de música, etc., y no los dejes en “stand by” para evitar “consumos fantasma”.
Utiliza ventilador de techo en vez de aire acondicionado.
En verano, cierra persianas y cortinas durante el día, y ábrelas de noche para refrescar las habitaciones. Ventila la casa a primera hora de la mañana, cuando la temperatura es más fresca.
En invierno utiliza cortinas largas para impedir la pérdida de calor.
Ajusta la calefacción entre 18 y 22 grados, y cierra puertas y ventanas para que se calienten antes las dependencias.
Usa ropa de abrigo, en lugar de subir la calefacción.
No cubras los radiadores, ya que si lo haces evitas la propagación de calor.

Cuarto de baño:
Lava la ropa en agua fría aprovechando las características de tu lavadora y utilizando los detergentes adecuados.
Carga completamente la lavadora en cada lavado, pero sin sobrecargarla, y manten siempre limpio el filtro.
Tiende la ropa, en vez de usar la secadora.
Nunca sobrecargues la secadora o metas en ella la ropa muy mojada.
Comprueba siempre el etiquetado energético de la lavadora: elige modelos que sean A o A+.
Un buen programa de centrifugado en la lavadora, puede evitar el uso de la secadora.
Plancha en primer lugar la ropa que necesite menor temperatura.
Deja para el final, cuando ya hayas apagado la plancha, las prendas que necesiten una temperatura muy baja de planchado.
Plancha grandes cantidades de ropa en cada sesión para evitar gastar energía durante el calentamiento de la plancha.
Apaga la plancha si vas a interrumpir la tarea.
Instala una alcachofa de ducha de flujo reducido.
Pon un tapón al lavabo para evitar que se vaya agua por el desagüe: ahorras agua y energía para calentarla.
Desenchufa todos los aparatos de la toma de corriente.
Utiliza el secador de pelo en la opción de menos calor.
Dúchate en vez de bañarte.

Dormitorios:
Apaga todas las luces al salir de la habitación.
Utiliza iluminación de trabajo (un flexo) en vez de iluminar por completo la habitación.
Usa temporizadores de pulsador y sensores de luz: son ideales para garajes, escaleras, etc.
Sustituye los fluorescentes viejos por otros más modernos, de mayor rendimiento y menor consumo.
Evita el uso de lámparas con muchas bombillas.
Limpia lámparas y tulipas con frecuencia.
Aísla el techo para evitar la acumulación de calor en verano y la pérdida de calor en invierno.
Utiliza ventiladores en verano en vez de aire acondicionado.
Utiliza sábanas o edredón todo el tiempo para cubrir la cama.
Desconecta de la toma de corriente radios, TV, equipos de música, consolas de videojuegos, etc., cuando permanezcas durante un largo periodo de tiempo fuera de casa.
Usa la manta eléctrica sólo como calentador y pon una manta en la cama.
En invierno, bastan 10 minutos para ventilar una habitación.
Instala un difusor de luz para reducir el gasto de las lámparas incandescentes.

Jardín y piscina:
Instala interruptores programables y bidireccionales, y sensores de movimiento y de luz de día.
Asegúrate de que los niveles de iluminación son adecuados y que las luces se apagan ciando no son necesarias.
Limpia los focos una vez al año, o con más frecuencia si es necesario, y quita la vegetación próxima a ellos.
Sustituye las lámparas de incandescencia por otras fluorescentes compactas en donde sea posible.
Usa lámparas prismáticas compactas fluorescentes en las zonas protegidas de la intemperie.
Instala puntos de luz incandescente de 120 W, con reflectores mejorados o puntos de luz halógenos de tungsteno.
Instala un temporizador programado adecuado para funcionar el tiempo mínimo recomendado en cada estación (6-8 horas en verano y 2-4 horas en invierno).
Comprueba que el tamaño del sistema de filtrado e instalación son correctos.
Procura que el agua de la piscina se caliente por energía solar en vez de por gas o electricidad.
Cubre las zonas del baño con una manta térmica y reducirás a la mitad los costes del calentador y apaga éste si no lo vas a utilizar durante un tiempo.
Fija la temperatura de los baños en un nivel mínimo cuando no están en uso y enciéndelos una hora antes de su utilización.

Calefacción:
Aísla la casa (techo, paredes y suelos a ser posible).
Sella huecos alrededor de puertas y ventanas para impedir la formación de corrientes.
Utiliza suelos de losas de cemento y material pesado de construcción en el interior. Absorben y guardan el calor durante el día y reducen su pérdida por la noche.
Instala cortinas gruesas que se ajusten entre si y que cuelguen de un riel o desde un saliente hasta el suelo, para reducir la fuga de calor por las ventanas.
Ponte ropa de abrigo y baja la temperatura de la calefacción.
Cierra la habitación que estés calentando.
Al seleccionar un sistema de calefacción asegúrate de que es el más adecuado para el tamaño de la habitación y para la actividad que realizas en ella:
La calefacción por radiación (radiadores eléctricos, de gas, chimeneas, etc.), calienta antes los objetos que el aire. Es una buena opción para habitaciones grandes en las que las personas no tengan mucha actividad.
La convección forzada (convectores eléctricos, acondicionadores de aire, etc.), calientan antes el aire y son apropiados para estancias donde la gente se mueva mucho.
Los paneles y las columnas rellenos de aceite se calientan lentamente, siendo recomendables para habitaciones pequeñas durante largos periodos de tiempo.
Los sistemas de conducción (mantas eléctricas, etc.), transmiten el calor por contacto, por lo que son adecuados para el uso personal.
Las bombas de calor absorben el calor gratuito del exterior y lo ceden al interior de la vivienda. Es interesante su uso junto con el suelo radiante.

Aire acondicionado:Lo mejor es incorporar medidas de ahorro energético en el diseño de la vivienda.
Instala grandes ventanas en el lado sur de la casa y redúcelas en el norte.
Instala aislamientos con el valor recomendado “R” en techos y paredes para mantener hasta 10ºC más frescas las habitaciones.
Diseña puertas interiores y aberturas que permitan pasar la brisa.
Proporciona sombra adicional a las ventanas que lo requieran con toldos, persianas, etc.
Selecciona plantas de exterior que proporcionen frescor.
Evita el pavimentado o el hormigón delante de las ventanas para evitar el calor que reflejan hacia la casa.
En los días más cálidos cierra puertas, ventanas, cortinas, toldos y persianas, para evitar que entre el calor, y ábrelas sólo a primera hora de la mañana y por las noches, para que el calor pueda salir.
Cierra las habitaciones que no uses para mantener más fresca la casa.
Elige bien qué tipo de aparato de refrigeración vas a usar:
Ventiladores: ideales para habitaciones bien aisladas. El gasto de energía es más bajo.
Evaporadores: para climas secos. Son más caros, pero los costes de electricidad son bajos.
Aire acondicionado: Su precio es más alto y gasta enormes cantidades de energía. Si lo usas, mantenlo en el lado más sombreado de la casa, orienta las tablillas de salida de aire siempre hacia el techo (el aire bajará sólo, ya que es más denso que el caliente de la habitación) y mantenlo a una temperatura razonable.
Bomba de calor reversible: precio más barato que el anterior y con un nivel de ruido y gasto energético menor.

Vía #VenderyRentar
Comparte:

Deja un comentario

Comparar listados