Recientemente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) a través de su Secretaria Ejecutiva, Alicia Bárcena, anunció en la conferencia de prensa de la presentación del Informe de la Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe, una caída importante de -3.6% en la región de Latinoamérica (2017), con una implicación directa del IED en México de -8.8 por ciento.
Sin embargo, a pesar del número negativo, las empresas transnacionales sostuvieron un alto nivel de inversión en el país, el segundo con mayor recepción de la región con 19.5% de flujos totales. Lo que indica “la alta integración de la economía mexicana en las cadenas globales de valor de América del Norte”.
En consecuencia, la Inversión Extranjera Directa surtirá efectos positivos para el cierre de año, pues según indica el informe, la industria manufacturera continúa liderando los flujos a pesar de su ligera caída y se prevé que la IED en el sector de la construcción siga creciendo tras su incremento de 10.3 puntos porcentuales el ejercicio pasado.
Lo que significa un beneficio relevante para la industria de los bienes raíces, al mantener la inyección en dos de las industrias que tienen mayor relación con el desarrollo inmobiliario nacional, sin perder de vista que, tras la elección presidencial, las aguas comienzan a calmarse, así como la certidumbre en los mercados internacionales ve una oportunidad, pero esto sucederá a finales del presente o inicios de 2019.
Si bien el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) ha sido una negociación que ha traído ventajas a la economía de México, con esta nueva renegociación se pretende que los flujos por parte de Estados Unidos y Canadá sigan al alza, con una política exterior adecuada sobre todo de las importaciones y exportaciones que vienen/van de dichos países.
Y a pesar de que las imposiciones arancelarias del gobierno norteamericano meten presión a los puertos de entrada de nuestras fronteras, y que, además, habrá un ajuste de las operaciones, la tendencia que inicialmente puede caer, se compensará a finales de 2018.
De acuerdo con el informe de CEPAL, “es cierto que estos resultados son consecuencia de la acumulación de capacidades productivas en las actividades manufactureras que encabezan el impulso exportador, también ha acentuado las disparidades entre sectores, regiones y empresas”, pero estos cambios estructurales efectuados en los últimos años de manera interna, son necesarios para detonar el comercio internacional y por ende, una cadena de valor que contraiga socorros a otros sectores, como el inmobiliario.
Por ejemplo, con el crecimiento industrial, al establecerse más zonas con mayor volumen de plantas, en consecuencia, se requierenconstruir viviendas próximas a estas áreas laborales para los trabajadores, lo que ha sucedido con ciudades como Aguascalientes, Querétaro y San Luis Potosí que han visto su evolución por la inversión extranjera proveniente del continente asiático; y en este sentido, la IED trae réditos al mercado inmobiliario mexicano.
Que, sumado con una administración apropiada de los recursos públicos, al mejorar el índice de precios al consumidor, bajar la inflación, así como las tasas de interés de referencia y aumentar los salarios de los empleados, se dará un incremento en la demanda de propiedades, y mejoría en la oferta a cubrir que dignifique cada bolsillo de los ciudadanos del país.
Fuente: Alto Nivel
Vía #VenderyRentar